Guía para viajar sin cargarnos el planeta

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Hay cientos de opciones para hacer viajes más ecológicos y así no destruir el único planeta que tenemos para disfrutar.

Aquí nos vamos a centrar en las 6 soluciones que consideramos más prioritarias, porque son fáciles de aplicar (cualquiera puede hacerlo), baratas (con algunas incluso ahorras dinero) y ayudan a contaminar bastante menos (no son tonterías que suenan bien pero no tienen apenas impacto real).

Así que no hay excusas. Si te importa el planeta, deberías poner en práctica las siguientes ideas:

1- Intenta viajar más cerca

Se trata de reducir el número de kilómetros que viajas, para reducir en gran medida lo que contaminas con tus viajes.

Si dudas al planificar tu próximo viaje:

  • Elige los lugares más cercanos. No hace falta viajar a la otra punta del mundo para tener una aventura genial.
  • Permanece más días en cada sitio durante los viajes ("slow travel"). Además de reducir emisiones, podrás disfrutar de verdad de cada lugar.

Esos viajes en los que visitas 10 sitios distintos en una semana son un estrés para ti y un puñetazo en la cara para el planeta.

Para hacerte una idea de todo lo que contaminas, puedes usar esta calculadora.

2- Elige el transporte menos contaminante

Alrededor del 30% de las emisiones causantes del cambio climático vienen del transporte.

Deberías elegir los transportes en este orden (los que contaminan menos están primero):

  1. Andar, bicicleta, kayak o similar (impulsarte por tu propia fuerza)
  2. Tren
  3. Autobús
  4. Motocicleta
  5. Coche (para 1 o 2 personas, si va lleno se pone al nivel del autobús o incluso el tren)
  6. Avión

Este listado está basado en un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente de 2014.

Por desgracia no aparece comparado el barco. Según otros informes los barcos no emiten demasiado CO2 (similar al tren), pero sí emiten cantidades elevadas de otros contaminantes nocivos como NOx y SOx.

Hay muchas variables que influyen en la contaminación generada por cada viaje concreto (qué tipo de vehículo usamos, cuánta gente va en él…). Pero podemos llegar a algunas conclusiones útiles en general:

  • Intenta evitar el avión siempre que sea posible. Además de ser la opción que más CO2 produce con diferencia, emite gases a gran altitud, lo que hace que su impacto sea aún más perjudicial.
  • Si vas a viajar en coche, intenta llenarlo. Un coche con solo 1 o 2 ocupantes es una de las opciones que más contaminan por pasajero. Invita a tus amigos, propón a otros viajeros compartir coche o utiliza plataformas de ride-sharing como Blablacar.
  • Plantéate viajes de trekking, cicloturismo, bikepacking y packrafting. Son aventuras divertidas, te pondrás en forma y son la mejor opción para el medio ambiente con mucha diferencia.

3- Evita derroches innecesarios

Compórtate en los hoteles como en tu casa (o mejor). Intenta que tu estancia no sea un derroche constante:

  • Usa tu propio gel y champú (los que dan los hoteles son mucho plástico y poco producto). Te recomendamos llevarlos en recipientes de viaje de silicona o utilizar jabones naturales en formato sólido (usan menos productos químicos y menos plástico que los geles industriales, además de ocupar menos en tu maleta).
  • Si tu habitación está razonablemente limpia, pon el cartel de "no molestar" para que no entren a limpiar y cambiar sábanas, toallas, etc. Se ahorrará mucha energía y agua.
  • No dejes encendidas las luces ni el aire acondicionado más allá de lo imprescindible, no te des duchas interminables, etc.

Si quieres ir aún más allá, puedes llevar tu propio sistema para lavar tu ropa. La bolsa Scrubba es perfecta para aventureros, porque ocupa poco y permite limpiar ropa en cualquier lugar. Simplemente necesitas un poco de agua y jabón (mucho menos del que utiliza una lavadora). Ahorrarás agua, energía y dinero.

4- Viaja con tu propia botella o termo

El agua embotellada perjudica el medio ambiente de muchas formas distintas:

  • Se malgasta petróleo y energía en la producción de botellas.
  • Se contamina mucho en su transporte.
  • Muchas botellas acaban tiradas en mares, montañas, etc.
  • Si llegan a reciclarse, se vuelve a gastar energía en el proceso de reciclaje.

Hay alternativas mejores para cada casi cualquier situación:

Si vas a lugares en los que la calidad del agua es dudosa, puedes recurrir a filtros y purificadores como los siguientes:

  • Filtro Lifestraw: Es una especie de “pajita” que te permite beber directamente desde fuentes de agua, ríos, etc. Sirve para 1.000 litros y filtra el 99,9% de las bacterias que lleva el agua. Recomendable para los más aventureros, ya que ocupa y pesa muy poco.
  • Botella Lifestraw Go: Es básicamente el mismo filtro, pero viene integrado en una botella. Más cómodo para usos normales. Además por cada botella comprada proporcionan agua limpia durante 1 año a un niño necesitado.
  • Botella purificadora Grayl: No solo filtra el agua sino que además la purifica, utilizando métodos de electroabsorción. Si te preocupa mucho la calidad del agua es la opción perfecta, aunque también es más cara.
  • Pastillas potabilizadoras: Recomendamos llevarlas como opción de emergencia. Una tableta de pastillas ocupa muy poco y puede salvarte en situaciones comprometidas.

Si vas a lugares donde el agua de grifo es buena (casi todos los países desarrollados), puedes llevar una botella plegable como la Nomader, que cuando está vacía no pesa ni ocupa apenas nada.

Si quieres mantener tu agua fría o algún líquido caliente, puedes hacerlo con un termo. Incluso puedes pedir que te sirvan los cafés que pidas directamente en el termo, ahorrando así muchos vasos de cartón de un solo uso (que son difíciles de reciclar, por por su especial composición para resistir el calor).

Te recomendamos las botellas y termos de HydroFlask. Además de ofrecer productos cómodos, muy resistentes y sin componentes dañinos para la salud como el BPA, colaboran con causas medioambientales.

5- Compra equipo que dure mucho tiempo

Reciclar está genial y todos debemos hacerlo, pero es un proceso que gasta energía y nunca se puede reaprovechar el 100% de los productos que se tiran.

Lo mejor para el planeta (con mucha diferencia) es reducir el número de productos que se fabrican. O lo que es lo mismo, debemos comprar y tirar menos cosas.

Si compras productos baratos que al poco tiempo se rompen o ya no sirven, estás haciendo polvo al planeta. Y probablemente ni siquiera estás ahorrando a largo plazo.

Cada vez hay más marcas de aventura cuyos productos están pensados para durar muchos años y reducir su impacto ecológico, como por ejemplo:

  • Patagonia: Sus productos que están pensados para ser duraderos y fácilmente reparables. Incluso te los reparan ellos mismos con su programa Worn Wear. Además utilizan materiales ecológicos en muchos productos y dedican el 1% de sus ingresos a causas medioambientales.
  • Vaude: Ofrecen productos con certificación medioambiental (“Green Shape”), producidos bajo principios de comercio justo y con énfasis en que puedan ser fácilmente reparables.
  • Ternua: Fabrican ropa de montaña de manera sostenible, utilizando materiales reciclados y sin PFCs (compuestos tóxicos para humanos y animales que otras marcas siguen usando).

Por otra parte, hay que evitar en todo lo posible los productos de usar y tirar, usando alternativas más duraderas:

Con esto no sólo estaremos contaminando menos, sino que ahorraremos bastante dinero a largo plazo.

6- Comparte estas soluciones con tus amigos y familiares

Parece una tontería, pero es probablemente lo más importante de todo.

El impacto que pueden tener tus acciones es importante, pero no suficiente para cambiar el mundo. Para eso necesitamos ser muchos.

Con las redes sociales podemos hacer que una idea llegue a miles de personas en poco tiempo. Aprovechemos ese potencial para mejorar el planeta (no solo para compartir vídeos de gatitos).

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